El amor erótico y apasionado es trascendente pero fugaz. Pocas experiencias en la vida equivalen a las primeras semanas y meses de amor romántico. La pasión extrema nos enseña sobre los estados de amor puro. Una vez que experimentas este abrumador estado de ser de alma que te sacude, no necesitas llorar, ya que se escapa y se transforma en algo diferente. Depende de cada uno de nosotros infundir amor apasionado, afecto y atención en cada aspecto de nuestra vida y relaciones mucho después de que la llama haya encendido. Cultivar este estado es una búsqueda digna y placentera incluso cuando los factores externos no nos empujan allí.